11 de abril de 1870
En el atardecer del otoño del año 1870, en su famosa residencia de San José, se encontraba D.Justo José de Urquiza bajo una galería en compañía de su mujer y de sus dos hijas Justa y Dolores, mientras sus dos hijos varones se hallaban en Concordia. Circunstancias éstas en que llegan hasta él ruidos extraños, la residencia había sido cercada por un centenar de hombres armados y la guardia sorprendida, viendo entrar por la puerta una partida a los gritos de ¡...Muera Urquiza, vendido a los porteños...! ¡...Viva López Jordán...!. ...”Son asesinos...” grita – con la certera intuición y larga experiencia - ¡...No se mata así a un hombre en su casa...! y apoderándose de su rifle los enfrenta y dispara contra el grupo hiriendo a uno de ellos. La respuesta no se hizo esperar y el Gral. D. Justo José de Urquiza es alcanzado por una bala que le dio en pleno rostro destrozándose el pómulo izquierdo, y probablemente se haya tomado con la mano la herida y puesto su impronta en el postigo de su dormitorio. Fue entonces que allí Nicomedes Coronel le dio las cinco puñaladas mortales. A esa misma hora 19:30 aproximadamente, eran muertos en Concordia los dos hijos de Urquiza, por lo que todo hace presumir que fue un complot organizado y así terminaban los días del primer Presidente Constitucional de la República Argentina.-
En el atardecer del otoño del año 1870, en su famosa residencia de San José, se encontraba D.Justo José de Urquiza bajo una galería en compañía de su mujer y de sus dos hijas Justa y Dolores, mientras sus dos hijos varones se hallaban en Concordia. Circunstancias éstas en que llegan hasta él ruidos extraños, la residencia había sido cercada por un centenar de hombres armados y la guardia sorprendida, viendo entrar por la puerta una partida a los gritos de ¡...Muera Urquiza, vendido a los porteños...! ¡...Viva López Jordán...!. ...”Son asesinos...” grita – con la certera intuición y larga experiencia - ¡...No se mata así a un hombre en su casa...! y apoderándose de su rifle los enfrenta y dispara contra el grupo hiriendo a uno de ellos. La respuesta no se hizo esperar y el Gral. D. Justo José de Urquiza es alcanzado por una bala que le dio en pleno rostro destrozándose el pómulo izquierdo, y probablemente se haya tomado con la mano la herida y puesto su impronta en el postigo de su dormitorio. Fue entonces que allí Nicomedes Coronel le dio las cinco puñaladas mortales. A esa misma hora 19:30 aproximadamente, eran muertos en Concordia los dos hijos de Urquiza, por lo que todo hace presumir que fue un complot organizado y así terminaban los días del primer Presidente Constitucional de la República Argentina.-
1 comentario:
ASÍ PAGAN SUS FELONÍAS LOS TRAIDORES.
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